COMO GESTIONAR EL ESTRÉS Y MEJORAR EL BIENESTAR EMOCIONAL Y FÍSICO
30 de enero de 2020 / Centro Médico Creu Groga
Vivimos en una sociedad que sigue un ritmo de cambio vertiginoso, donde predominan la inmediatez, la competitividad, la inseguridad y las exigencias laborales y sociales. Como consecuencia, a menudo el cuerpo y la mente protestan, se rebelan y pasan factura en forma de estrés, ansiedad, u otros trastornos emocionales y físicos. Afortunadamente, el ser humano tiene la capacidad de afrontar y, incluso, habituarse a circunstancias adversas, lo que explica por qué algunas personas sufren más las consecuencias del estrés y, en cambio, otros son capaces de gestionarlo mejor y vivir con más serenidad.
Una de las estrategias para hacer frente al estrés y la ansiedad que últimamente está ganando más adeptos es la práctica del mindfulness o, en castellano: atención plena. Se trata de un estado mental, natural, que todos podemos alcanzar, que surge cuando prestamos atención de manera consciente y plena a lo que estamos viviendo el momento presente. Aunque pueda parecer fácil, la realidad es que a menudo nos encontramos inmersos en un estado de «piloto automático», lleno de pensamientos de cosas que tendremos que hacer o pasarán en un futuro, o de cosas que pasaron en un pasado más lejano o próximo. Así pues, con la práctica del mindfulness ejercitamos la atención como si fuera un músculo: entrenamos la capacidad de percibir nuestros pensamientos y de no quedarnos enganchados para poder dirigir nuestra atención a lo que hacemos y sentimos en el momento presente, que es el único momento en que podemos disfrutar de las cosas.
Científicamente se ha demostrado que la práctica del mindfulness no sólo relaja nuestro cuerpo y disminuye el estrés y la ansiedad, sino que va más allá, aportando múltiples beneficios sobre nuestra salud física y emocional. De entrada, a nivel emocional el mindfulness facilita vivir con una actitud más serena y mejorar las relaciones con los demás. En cierta medida, lo consigue gracias a que con su práctica se mejora mucho la conciencia sobre nosotros mismos, nuestras emociones y reacciones, y hace que aprendamos a gestionar mejor. Sin embargo, a nivel cerebral se ha demostrado que sólo con ocho semanas de práctica se generan nuevas conexiones neuronales y se mejoran aspectos como la memoria, la atención o la creatividad, lo que beneficia a nuestro rendimiento laboral o académico. Por último, se ha demostrado que también mejora nuestra salud física: incrementa el sistema inmunológico, disminuye los niveles de cortisol y de hipertensión. Como consecuencia, su práctica reduce el riesgo de patologías asociadas al sistema cardiovascular o musculares, entre otros.
Con todo, si tienes ganas de entrenar la atención plena recomendamos que te inicies con la ayuda de un profesional que te enseñe cómo realizar adecuadamente y que lo practiques con regularidad, tal y como lo harías con un deporte . De todos modos, proponemos algunos consejos para empezar a practicar el mindfulness:
- Practicando con meditaciones guiadas. Adoptamos una postura cómoda y observamos lo que pasa en nuestra mente, nuestro cuerpo, y / o en las sensaciones que percibimos del ambiente que nos rodea. Durante la práctica incorporamos una actitud abierta y amable, de observar y aceptar la realidad tal y como es, sin quererlo cambiar ni juzgar. Una vía que solemos utilizar para iniciarnos en el mindfulness es prestar atención a nuestra respiración.
- Intentando llevar nuestra atención a la experiencia total de lo que estemos haciendo o viviendo en el momento presente, fijándonos en todos los detalles. Podemos empezar con actividades cotidianas. Un ejemplo podría ser ducharse: a menudo cuando lo hacemos estamos pensando en que hemos hecho o haremos durante el día, en que nos preocupa, en lugar de sentir el agua y las sensaciones que tenemos.
- Incorporando los valores que nos transmite el mindfulness en nuestro día a día como los de no aferrarnos a las experiencias o no juzgarlas y aceptarlas tal y como son.
Artículo cedido por Helena Hidalgo, Psicóloga Sanitaria y psicoterapeuta especialista en mindfulness de Centro Médico Creu Groga