¿CUÁNDO ES EL MOMENTO DE IR AL PSICÓLOGO? SEÑALES QUE TE AYUDARÁN
16 de agosto de 2021 / Centro Médico Creu Groga
¿Me planteo ir al psicólogo? ¿No sé exactamente cuándo acudir a este profesional? ¿Puedo resolver mis problemas solo/a? En este artículo te ayudamos a resolver todas tus dudas y ayudarte a tomar la decisión sobre si ir o no a terapia.
En realidad, cualquier persona puede beneficiarse de los servicios psicológicos que incrementan y mantienen el bienestar personal. Todos, en algún momento de la vida, hemos pasado por determinadas situaciones que nos han hecho sentir mal.
Por otro lado, existen casos en los que realmente es necesario o muy recomendable buscar ayuda profesional. En ocasiones, cuando el sufrimiento, la ansiedad o el estrés son tan intensos que pueden superar nuestras fuerzas en un momento determinado de tu ciclo vital. Solemos estar demasiado implicados emocionalmente en ese problema, con un enorme malestar, y esto hace que nos bloqueemos, dificultando encontrar la mejor respuesta para dicha situación.
Debemos tener presente que ir a terapia psicológica no significa que seamos débiles sino todo lo contrario, es un gesto de valentía a través del cual reconocemos que tenemos una dificultad y queremos ponerle fin para solucionarla.
La sociedad reconoce a los psicólogos como aquellos profesional que atienden a trastornos como ansiedad y depresión, timidez y fobia social, adicciones, trastornos alimentarios, trastornos de personalidad, miedos y fobias, estrés, problemas de autoestima etc.
Sin embargo, los psicólogos también pueden ayudarte a enfrentar otras situaciones como hábitos que desees cambiar, problemas familiares, conflictos de pareja, el acompañamiento ante la pérdida de un ser querido, hechos traumáticos o problemas laborales, entre otros.
Señales te ayudarán a decidir si necesitas ir a terapia:
- Has sufrido un trauma en el pasado y no puedes dejar de pensar en ello.
- El malestar es cada vez más intenso, hasta el punto en que interfiere en tu vida personal, laboral o social.
- Sufres recurrentes dolores físicos (dolor de cabeza, estómago, bajas defensas…) que no tienen ninguna explicación médica.
- Nada de lo hayas hecho ha funcionado. Sientes que has fracasado por poner en práctica diferentes situaciones que han resultado no ser las más óptimas para solucionar el problema.
- No tienes fuerzas para afrontar las situaciones diarias y no encuentras ninguna salida. Para ti, la vida actualmente carece de sentido.
- Experimentas insomnio, has perdido el interés por las actividades que antes te resultaban placenteras, notas tu cuerpo en constante tensión…
- Te fustigas y castigas por errores del pasado y sientes intensos sentimientos de culpabilidad que no te permiten rehacer tu vida.
- Tienes dificultad para controlar las emociones, ya sea porque te deprimes o te pones ansioso con facilidad.
- Tus relaciones están dañadas debido a tu aumento de irritabilidad en tu comportamiento sin razón aparente.
- Tu familia y amigos te han dicho que están preocupados por ti.
- Quieres encontrar la mejor versión de ti mismo/a.
En caso de notar que algo ha cambiado en ti, no te sientes a gusto o has dejado de disfrutar de la vida, ha llegado el momento de contactar con tu profesional de confianza. Así pues, no te conformes y pide ayuda.
Artículo cedido por la Sra. Àgata Canalda, psicóloga infanto-juvenil y adultos del Centro Médico Creu Groga