ORUGA PROCESIONARIA: COMO ACTUAR EN CASO DE CONTACTO DIRECTO?
22 de marzo de 2021 / Centro Médico Creu Groga
La oruga procesionaria del pino es una plaga conocida y presente en los bosques y parques en esta época del año. Su presencia se reconoce rápidamente por las bolsas de pelos blancos en las ramas de los pinos y por la presencia de orugas de color marrón con miles de pelos venenosos a su alrededor.
Los pelos que rodean estas orugas son muy urticantes y se dispersan y flotan por el aire produciendo irritación y picor en la nariz, los ojos y en la piel ocasionando rinoconjuntivitis, alergias respiratorias o erupciones dérmicas. En caso de tener un contacto directo con la oruga, el pelo se clava en la piel causando lesiones rojizas en forma de dermatitis de contacto o urticaria. En casos aislados pueden provocar angioedema, problemas respiratorios o reacciones anafilácticas.
El tratamiento consiste en:
1. En caso de tener un contacto directo y ver la oruga, esta se deberá de sacar sin tocarla con las manos (con unas pinzas, por ejemplo)
2. Para extraer los pelos clavados en la piel, se puede usar cinta aislante en la zona del contacto.
3. Lavar la zona que ha tenido contacto con agua fría durante 5 minutos.
4. Evitar rascarse o tocar otras zonas del cuerpo.
5. El paracetamol (500mg cada 8h) puede ayudar a aliviar las molestias.
6. En caso de mucha picor y molestia, después de haber lavado bien la zona, se puede aplicar corticoide tópico o tomar algún antihistamínico oral. En este caso, es preferible ir al centro médico para que dé las pautas.
7. Lavar la ropa con la que se ha tenido el contacto directo.
Hay que acudir al centro médico:
– Cuando las medidas no farmacológicas no resuelven el problema.
– Cuando se presentan reacciones extensas o signos de gravedad (fiebre, problemas respiratorios, inflamación de cara, párpados, lengua …)
– Cuando el contacto lo ha tenido una persona con factores de riesgo para desarrollar complicaciones (asma, cardiopatías, embarazo, etc.).
– En caso de tener dudas o no saber resolver la situación.
Artículo cedido por la Dra. Egina Vilatimó, del equipo médico de Medicina General y Familiar de Creu Groga